El objetivo principal de éste “entrenamiento nutricional”, es mejorar el vaciamiento gástrico y la absorción de nutrientes.
Así como se entrena la fuerza, la velocidad y la resistencia, se debe entrenar el Tracto Gastro Intestinal (TGI) para soportar las cargas de líquido, electrolítos, y carbohidratos tan necesarios en los entrenamientos y competencias de larga duración. Sabemos que una buena hidratación, y un adecuado suministro de carbohidratos mejora el rendimiento en los entrenamientos y competencias de resistencia mayores de 90min.
La incidencia de problemas gastro-intestinales (hinchazón, diarrea, calambre y vómito) en atletas de resistencia es elevada, y se sabe que el TGI se adapta y puede ser “entrenado”. El objetivo principal de éste “entrenamiento nutricional”, es mejorar el vaciamiento gástrico y la absorción de nutrientes.
Desde hace mas de 10 años, los estudios han demostrado por ejemplo, que el estómago al ser un músculo, se adapta mediante la extensión de sus paredes, a un mayor volumen de líquido. También que el vaciamiento gástico de los carbohidratos puede acelerarse al aumentar la ingesta dietética de esos nutrientes. Una vez se vacía el estómago, los carbohidratos ya convertidos en glucosa, galactosa y fructosa se absorben en el intestino delgado (principalmente duodeno y yeyuno). Los estudios realizados durante ejercicio prolongado, han demostrado que el paso de estos carbohidratos desde el intestino hasta la sangre (absorción) es limitado, y está alrededor de 60gr de glucosa (también sacarosa, maltosa, maltodextrinas y almidón) por hora, y de 30gr de fructosa por hora. Por esta razón las recomendaciones de ingesta de carbohidratos “durante” el ejercicio de larga duración varían desde 30gr hasta 90gr de carbohidratos por hora, sabiendo combinar muy bien la cantidad de glucosa, maltodextrina y fructosa. Investigaciones recientes han sugerido ingestas de hasta 120gr por hora según sea la duración e intensidad del ejercicio, pero indiscutiblemente, esto requiere de un “entrenamiento del intenstino” que ha demostrado ser capaz de aumentar la cantidad y la actividad de los transportadores de estos carbohidratos.
Algunas de las estrategias propuestas para evitar los TGI son:
El estómago y el intestino son adaptables, es probable que iniciando éste “entrenamiento del intestino” aparezcan sensaciones de llenura, distensión, etc … pero al igual que cuando comenzamos a entrenar por primera vez, con el tiempo se van logrando las adaptaciones, y se sabe que este entrenamiento nutricional puede lograrse en un período de 3 a 4 semanas.
Asker E. Jeukendrup. (2017). Training the Gut for Athletes. Sports Med.
Jeukendrup A.E., Moseley L. (2010). Multiple transportable carbohydrates enhance gastric emptying and fluid delivery. Scand. J. Med. Sci. Sports.